Tanto el maíz dulce como la harina de maíz ejercen un efecto suavizante y protector sobre la mucosa intestinal.Además no contiene gluten, lo que hace que sea muy bien tolerado por los intestinos sensibles.Se recomienda en los siguientes casos: dispepsia, colon irritable, colitis crónicas, celiaquía, enfermedades renales crónicas, hipertiroidismo y exceso de colesterol.
La proteína del maíz, aunque es fácilmente digerible, no resulta suficiente por si sola para satisfacer las necesidades de aminoácidos de nuestro organismo, y mucho menos en las épocas de crecimiento.Sin embargo, la combinación de maíz con legumbres y semillas de girasol, proporciona una proteína completa.
Todos los primitivos pobladores del continente americano cultivaban y consumían el maíz desde la más remota antigüedad. Los exploradores españoles lo introdujeron en Europa en el siglo XVI, desde donde se extendió al resto del mundo.
PAN DE MAÍZ
INGREDIENTES:
Para la polenta:
para 150 g
1 cucharadita de aceite de oliva
50 gr de sémola de maíz
100 ml de agua.
PARA LA MASA:
150 g de polenta (recién hecha o sobras)
260 ml de agua a 20º C
2 1/2 cucharaditas de levadura fresca y desmenuzada
100 ml de suero de mantequilla a 20ºC
150 gr de harina de maíz
350 gr de harina
1 1/2 cucharadita de sal marina fina.
Para la polenta:
Cogemos dos platos grandes, untar uno en aceite de oliva y reservar. Poner la sémola de maíz y el agua en una olla, dejar hervir revolviendo contínuamente hasta que se espese, despegándose de las paredes.Apartamos del fuego y pasar la pasta de maíz al plato untado de aceite, aplastándolo con la cuchara. Cubrir con el otro plato y dejar enfriar.
Para la masa:
Disolver la polenta en el agua junto con la levadura y el suero de mantequilla.
La papilla resultante no debería contener grumos.
Mezclar las harinas y la sal en un bol y añadir la pasta de polenta. Remover la mezcla hasta conseguir una masa ligera y pegajosa.Dejar reposar 5 minutos.
Untar las manos con un poco de aceite de oliva y amasar suavemente unos 10 segundos. Formar una bola y dejar reposar en el bol 10 minutos.Amasar de nuevo, formar una nueva bola y dejar reposar 15 minutos. Al cabo de 1 1/4 h, habrá subido.
Dejar de nuevo reposar en el bol por 30 minutos. Envolver en un paño y dejar que fermente en lugar fresco 1 h.
Precalentar el horno a 220º.Volcar el pan sobre una bandeja enharinada y con un cuchillo bien afilado hacer cortes en la superficie en forma de rombo.
Hornear durante 50 ó 60 minutos o hasta que se dore y se note ligero al sostenerlo en la mano.
Este pan es apto para celíacos, siempre y cuando nos aseguremos que el lugar donde se muele el maíz para obtener la harina,no dé lugar a contaminación por otras harinas con gluten.
Y si no sois celíacos, también os animo a probarlo.Es exquisito.Rico...rico...
La proteína del maíz, aunque es fácilmente digerible, no resulta suficiente por si sola para satisfacer las necesidades de aminoácidos de nuestro organismo, y mucho menos en las épocas de crecimiento.Sin embargo, la combinación de maíz con legumbres y semillas de girasol, proporciona una proteína completa.
Todos los primitivos pobladores del continente americano cultivaban y consumían el maíz desde la más remota antigüedad. Los exploradores españoles lo introdujeron en Europa en el siglo XVI, desde donde se extendió al resto del mundo.
PAN DE MAÍZ
INGREDIENTES:
Para la polenta:
para 150 g
1 cucharadita de aceite de oliva
50 gr de sémola de maíz
100 ml de agua.
PARA LA MASA:
150 g de polenta (recién hecha o sobras)
260 ml de agua a 20º C
2 1/2 cucharaditas de levadura fresca y desmenuzada
100 ml de suero de mantequilla a 20ºC
150 gr de harina de maíz
350 gr de harina
1 1/2 cucharadita de sal marina fina.
Para la polenta:
Cogemos dos platos grandes, untar uno en aceite de oliva y reservar. Poner la sémola de maíz y el agua en una olla, dejar hervir revolviendo contínuamente hasta que se espese, despegándose de las paredes.Apartamos del fuego y pasar la pasta de maíz al plato untado de aceite, aplastándolo con la cuchara. Cubrir con el otro plato y dejar enfriar.
Para la masa:
Disolver la polenta en el agua junto con la levadura y el suero de mantequilla.
La papilla resultante no debería contener grumos.
Mezclar las harinas y la sal en un bol y añadir la pasta de polenta. Remover la mezcla hasta conseguir una masa ligera y pegajosa.Dejar reposar 5 minutos.
Untar las manos con un poco de aceite de oliva y amasar suavemente unos 10 segundos. Formar una bola y dejar reposar en el bol 10 minutos.Amasar de nuevo, formar una nueva bola y dejar reposar 15 minutos. Al cabo de 1 1/4 h, habrá subido.
Dejar de nuevo reposar en el bol por 30 minutos. Envolver en un paño y dejar que fermente en lugar fresco 1 h.
Precalentar el horno a 220º.Volcar el pan sobre una bandeja enharinada y con un cuchillo bien afilado hacer cortes en la superficie en forma de rombo.
Hornear durante 50 ó 60 minutos o hasta que se dore y se note ligero al sostenerlo en la mano.
Este pan es apto para celíacos, siempre y cuando nos aseguremos que el lugar donde se muele el maíz para obtener la harina,no dé lugar a contaminación por otras harinas con gluten.
Y si no sois celíacos, también os animo a probarlo.Es exquisito.Rico...rico...
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