ESTOCOLMO Y GASTRONOMIA
Estocolmo está formada por 14 islas unidas entre si por más de 50 puentes.
El 30% de la superficie urbana está cubierto por agua. Se reparte entre el agua salada del mar Báltico y la dulce del lago Mälar, separadas por una esclusa.
Como en cualquier gran ciudad a la gente le gusta sentarse en las terrazas de cafés y restaurantes.
Es habitual acudir a los museos a comer. Un museo de visita obligatoria es en la isla de Djurgärden: El Vasamuseum.
Este museo alberga un barco de madera que permaneció durante 333 años hundido en el fango del puerto. El Vasa es un gran barco de guerra que Gustavo II Adolfo encargó construir como pieza cumbre de su armada.
Cuando el 10 de Agosto de 1628 el Vasa se hizo a la mar por primera vez, zozobró y se hundió.
La torre del Ayuntamiento (Stadshuset), es un inmejorable punto de orientación para el visitante.
En el salón azul del Ayuntamiento, cada 1o de Diciembre se celebra el banquete en honor de los nuevos galardonados con los premios Nobel.
Las calles de adoquines y las casas de Gala Stan guardan el espíritu más primitivo de Estocolmo, el de una ciudad abierta al mar. Bares y restaurantes con terrazas han hecho de esta isla una animada zona tanto de día como de noche.
Uno de los rincones más tranquilos de Estocolmo es la isla de Skeppsholmen. Aquí se emplaza el Moderna Museet (Museo de arte Moderno), diseño de Rafael Moneo.
Östermalm es considerado el barrio del glamour.Su calle principal es un bulevar recorrido por un paseo con árboles junto a barcos atracados, bares y restaurantes flotantes.
Cerca de Hötorget hay un mercadillo de flores y hortalizas. Debajo, en el subsuelo,el mercado de Hötorgshallen ofrece una inmensa variedad de carne, pescado y gastronomía de todo el mundo; es un buen sitio para probar el reno asado, los arenques con crema agria o el salmón con algún aliño o ahumado.
Estocolmo está formada por 14 islas unidas entre si por más de 50 puentes.
El 30% de la superficie urbana está cubierto por agua. Se reparte entre el agua salada del mar Báltico y la dulce del lago Mälar, separadas por una esclusa.
Como en cualquier gran ciudad a la gente le gusta sentarse en las terrazas de cafés y restaurantes.
Es habitual acudir a los museos a comer. Un museo de visita obligatoria es en la isla de Djurgärden: El Vasamuseum.
Este museo alberga un barco de madera que permaneció durante 333 años hundido en el fango del puerto. El Vasa es un gran barco de guerra que Gustavo II Adolfo encargó construir como pieza cumbre de su armada.
Cuando el 10 de Agosto de 1628 el Vasa se hizo a la mar por primera vez, zozobró y se hundió.
La torre del Ayuntamiento (Stadshuset), es un inmejorable punto de orientación para el visitante.
En el salón azul del Ayuntamiento, cada 1o de Diciembre se celebra el banquete en honor de los nuevos galardonados con los premios Nobel.
Las calles de adoquines y las casas de Gala Stan guardan el espíritu más primitivo de Estocolmo, el de una ciudad abierta al mar. Bares y restaurantes con terrazas han hecho de esta isla una animada zona tanto de día como de noche.
Uno de los rincones más tranquilos de Estocolmo es la isla de Skeppsholmen. Aquí se emplaza el Moderna Museet (Museo de arte Moderno), diseño de Rafael Moneo.
Östermalm es considerado el barrio del glamour.Su calle principal es un bulevar recorrido por un paseo con árboles junto a barcos atracados, bares y restaurantes flotantes.
Cerca de Hötorget hay un mercadillo de flores y hortalizas. Debajo, en el subsuelo,el mercado de Hötorgshallen ofrece una inmensa variedad de carne, pescado y gastronomía de todo el mundo; es un buen sitio para probar el reno asado, los arenques con crema agria o el salmón con algún aliño o ahumado.